miércoles, 31 de octubre de 2018

El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. 
Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.

Santa Teresa de Calcuta

martes, 30 de octubre de 2018

¿Cómo puede haber demasiados niños? Eso es como decir que hay demasiadas flores.

Santa Teresa de Calcuta

¿Dónde está la felicidad?



¿Disfruta usted lavando platos? Pocas personas dirán que sí. Sin embargo, el señor Dale Carnegie, nos cuenta en su libro Cómo Suprimir las Preocupaciones y Disfrutar más de la Vida, el caso de una mujer que estaba prácticamente ciega, miraba solamente sombras y no distinguía colores. Un buen día, mientras lavaba unos platos ocurrió algo sorprendente. Identificó un rayo de luz que daba sobre una burbuja del jabón, y de pronto percibió una serie de colores en que la luz aquella se transformaba. Sintió una intensa alegría y quedó mirando aquello extasiada, notaba con sorpresa que la visión se iba aclarando hasta que pudo contemplar en todo su esplendor la gama maravillosa de colores. Desde lo profundo de su corazón agradeció a Dios por estar ahí lavando esos platos en ese momento.

 En realidad recuperó tan solo un 30% de su vista, suficiente para sentirse profundamente feliz. ¿Tiene usted más del 30% de su vista buena? ¿Sería prudente que lo rec0rdáramos la próxima vez que nos toque lavar platos? La verdad es que la felicidad suele estar en disfrutar los pequeños momentos, en su oportunidad.

Si lo pensamos bien, Dios nos concede solamente unas cuantas décadas para hacer todo lo que tengamos que hacer en esta tierra. Después de eso, la oportunidad de vivir y la de ser felices habrá pasado. Y lo más terrible es que quizá esta última oportunidad la tuvimos tan cerca, que no la vimos. Podemos estar a un par de pasos de un atardecer espléndido, pero para nosotros pasa inadvertido.

Pudimos estar en un trabajo retador que requería nuestra entrega, que podríamos realmente disfrutar. Pero en lugar de eso, nos quejamos. Y cuando nos jubilamos, lo echamos de menos. Podemos tener cerca la gente que amamos y que nos ama, y por verdaderas trivialidades, amargar días que pudieron ser de una feliz relación.

Llegará el momento en que la oportunidad habrá concluido. Entonces las palabras de Joseph Addison adquirirán su verdadero significado: “Cuando leo las fechas de las tumbas de alguien que murió ayer, y de otro que murió hace seiscientos años, pienso que en ese gran día, todos seremos contemporáneos”.

Por Emilio Santamaría S.:

Hermanos: Sean buenos y comprensivos, y perdónense unos a otros, como Dios los perdonó, por medio de Cristo. … Vivan amando como Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros.  Efesios 4.
Porque el Señor protege el camino de los justos,  pero el camino de los impíos acaba mal.  Sal 1.

lunes, 29 de octubre de 2018

Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.

Santa Teresa de Calcuta

domingo, 28 de octubre de 2018

Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.

Santa Teresa de Calcuta

Cristo habite por la fe en vuestros corazones.


San Pablo, conocedor íntimo de lo que Dios ha hecho con nosotros, vive en un intenso y continuo agradecimiento que hoy expresa “doblando las rodillas ante el Padre”. Este agradecimiento se extiende en peticiones para que podamos seguir saboreando y disfrutando de las maravillas que el Señor ha hecho con nosotros y así nuestra persona, nuestro ser queden robustecidos. Empieza pidiendo para los cristianos de Éfeso y para todos los cristianos de cualquier tiempo que “Cristo habite por la fe en vuestros corazones”.

De esta manera, los cristianos no padeceremos nunca esa enfermedad tan dramática que es la soledad afectiva. Cristo habita en nuestros corazones, nunca nos deja solos, nos acompaña siempre en los buenos días y en los otros y nos da fuerzas para seguirle en todas las circunstancias de nuestra vida. En la misma línea, san Pablo realiza una nueva petición. Viviendo el amor como “nuestra raíz y nuestro cimiento”, profundicemos constantemente en él y seamos capaces de “abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo” del amor cristiano.

Caigamos también nosotros de rodillas ante nuestro Dios y vivamos agradecidos y emocionados con todo lo que nos ha regalado.


La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; ÉL ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.  … Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en SU misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de angustia La misericordia del Señor llena la tierra.  Sal 32.

sábado, 27 de octubre de 2018

Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite.

Santa Teresa de Calcuta

Caminad según la vocación a la que se os ha convocado.



La unidad de la comunidad cristiana es una realidad tan necesaria como deseada. Pero la unidad no siempre es fácil, amén de que suele conlleva exigencias sobre las que no debemos frivolizar. La comunidad necesita transitar por el camino de la humildad, no siempre fácil, para que en ella nunca tengan cabida ni el egoísmo ni la soberbia que inutilizan la cercanía y el amor.

Asimismo, la comunidad precisa tener siempre en su mesa abierta la guarnición de la paciencia y la cordialidad, que nos ayudarán con eficacia a la vivencia de la caridad. La unidad la tenemos que ver no tanto como logro propio por nuestro afán, sino como regalo de Dios que acompaña a los suyos en todo momento. Por eso la vida de la comunidad cristiana tiene esa admirable dimensión teológica, trinitaria, en la que vivimos un mismo bautismo, una misma fe, un solo Señor y una misma esperanza.

De esta forma se expresa nuestra vocación y respecto a la cual el texto nos recomienda fidelidad máxima. La unidad en la fe y en el amor no es sólo una exigencia ética y pastoral, sino también debe ser reflejo de la misma unidad de Dios. El empeño comunitario es difícil, pero bien que vale la pena para vivir el misterio amoroso de Dios con nuestros hermanos.

¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. Ése recibirá la bendición del Señor…   Salmo 23 

viernes, 26 de octubre de 2018

jueves, 25 de octubre de 2018

Nunca estarás tan ocupado como para no pensar en los demás.

Santa Teresa de Calcuta

miércoles, 24 de octubre de 2018

La revolución del amor comienza con una sonrisa. Sonríe cinco veces al día a quien en realidad no quisieras sonreír. Debes hacerlo por la paz

Santa Teresa de Calcuta

¿Es usted congruente?



Ocurrió en la Ciudad de México, hace ya algunos años. Compartía una serie de conferencias con Og Mandino, el célebre autor de “El Vendedor más Grande del Mundo”,  entre otros libros de éxito. Iniciaba el programa con una charla interactiva de hora y media, luego venía un coffee break, y el resto del programa estaba en manos del famoso personaje. Trabajar codo a codo con él, fue una de las experiencias más formidables.

Y es que Og era en su vida privada, lo que uno esperaba de él después de leer sus libros, un hombre sencillo, tremendamente práctico, y con un deseo enorme de servir a los demás. Recuerdo que después de una de las conferencias en el Hotel, la sección de preguntas y respuestas con que culminaba su presentación se prolongó más de lo esperado.

El salón resonaba con las carcajadas y aplausos de setecientas cincuenta personas. Todos estaban felices, Og Mandino era muy ingenioso para contestar. La audiencia preguntaba y escuchaba fascinada las respuestas. Nadie se percataba del reloj, ni yo que me sentía feliz de compartir en mi ciudad natal como conferenciante con ese verdadero genio de la motivación. El único incómodo era el encargado de arreglar los salones que esperaba con sus hombres para montar un desayuno para el día siguiente. 

Hablé con Og. Y se dio por concluida la reunión. Pero se reanudó improvisadamente en el lobby del hotel. Todavía puedo cerrar los ojos y ver la escena. A las dos de la madrugada, el famoso Mr. Og, autografiando libros y platicando con la gente que hacía una interminable fila para saludarle. Con una paciencia infinita colocaba su autógrafo en cada libro que le era presentado, y estrechaba la mano de cada uno que se la extendía.

Era totalmente congruente entre lo que escribía y lo que hacía. ¿Creería usted en un hombre que le pidiera no tomar licor, y él mismo estuviera totalmente borracho? ¿Puede alguien pretender que sus empleados sean íntegros y honrados, si él mismo da muestras constantes de lo contrario?

Hay un dicho popular que dice que lo que hacemos habla tan fuerte, que no deja escuchar lo que decimos.

PorEmilioSantamaríaS.

martes, 23 de octubre de 2018

El hambre de amor es mucho más difícil de eliminar que el hambre de pan.

Santa Teresa de Calcuta

Camino en soledad

El texto del Evangelio nos adentra un poco en el camino de soledad y encuentro con nosotros mismos, con Dios que nos habita, nos ama y es fuente de vida. Para ello tenemos que despejar el camino de falsos espejismos, de anhelos que no nos llevan a ninguna parte, solamente al vacío y la destrucción. El relato de hoy solamente lo encontramos en Lucas, no tiene paralelo en otros evangelios. Se enmarca en el camino que hace Jesús desde Galilea a Jerusalén. Un hombre se le acerca para pedirle que medie con su hermano por una herencia. Jesús lo tiene claro: “¿Quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?”.

No nos resulta tan ajeno hoy en día, ni el tema de las herencias, que tantos conflictos generan en las familias, ni tampoco el recurrir a Dios para pedirle que obre en nuestro favor. Por eso la parábola nos puede venir muy bien para ilustrar este pequeño examen de conciencia en el que nos había embarcado la primera lectura. Escuchemos qué eco nos despiertan las palabras que Dios dirige al hombre rico de la parábola: “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, ¿y de quién será lo que has preparado?”.

Miremos nuestras manos, escuchemos nuestros pensamientos, asomémonos a nuestro corazón. ¿Qué les mueve, qué les motiva, qué anhelan, en qué se ocupan? A veces se nos acumula la necedad como el polvo sobre los muebles, sin darnos mucha cuenta. Bueno, es hora de hacer un poquito de limpieza, desempolvar eso que nos hace ricos a los ojos de Dios y dejar que la vida se nos vaya en ello. ¡Seguro, seguro, que merece la pena! Ni más ni menos que está en juego una hermosa herencia: la de los hijos e hijas de Dios, la de la compasión y la bondad que hagan posible un mundo nuevo y fraterno.

"Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea". Lucas 12
«Sabed que el Señor es Dios: que ÉL nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades.» Sal 99.

lunes, 22 de octubre de 2018

Hay cosas que te encantaría oír y que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera. Pero no seas tan sordo como para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón.

Santa Teresa de Calcuta

domingo, 21 de octubre de 2018

La alegría profunda del corazón es como un imán que indica el camino de la vida.

Santa Teresa de Calcuta

Ser cristianos sin miedo a mancharse las manos para ayudar a los demás.



El Papa Francisco se sirvió de la parábola del Buen Samaritano para invitar a ser “cristianos sin miedo a mancharse las manos y las ropas cuando se acercan al prójimo”.  El Pontífice puso de relieve cómo únicamente el samaritano, considerado un pecador, se detuvo a socorrer al hombre agredido y abandonado malherido en el camino y al que ignoraron hombres considerados virtuosos, como un sacerdote y un levita.

Cada uno de nosotros es el hombre herido y Jesús, el samaritano que se acerca y nos cura.

El samaritano “no miró el reloj, no pensó en la sangre del herido. Se acercó a él, se bajó de su cabalgadura y le curó las heridas con aceite y vino. Se manchó las manos, se manchó las ropas de sangre. Después lo cargó en su cabalgadura y lo llevó a un albergue”.    “Y no sólo no lo dejó en el albergue diciendo: ‘Aquí lo dejo, llamad al médico que yo ya he cumplido y me voy’. No. Se preocupó por él. No era un funcionario, era un hombre con el corazón abierto”.

Así, el Santo Padre exhortó a abrir de verdad el corazón a las sorpresas de Dios: “¿Eres cristiano?”. “¿Estás abierto a las sorpresas de Dios? ¿O eres un cristiano funcionario, cerrado?”. A estas preguntas, señaló Francisco, se puede contestar con condescendencia propia del “cristiano funcionario”: “Sí, soy cristiano. Voy los domingos a Misa, trato de hacer el bien. Comulgo, me confieso una vez al año…”.   Sin embargo, así es como actúan los “cristianos funcionarios”, advirtió el Papa, “aquellos que no están abiertos a las sorpresas de Dios, aquellos que saben mucho de Dios, pero no salen a encontrarse con Él.

Aquellos que nunca han experimentado el estupor ante el testimonio, son capaces de dar testimonio”, advirtió.   Por ello, exhortó a los laicos y a los pastores a preguntarse si tienen el corazón abierto a las sorpresas de Dios, “a aquello que Dios te da cada día”.

“Cada uno de nosotros es el hombre herido y abandonado, y el Samaritano es Jesús, que nos ha curado las heridas, que se ha acercado a nosotros y nos ha curado. Él ha pagado por nosotros”, concluyó.


sábado, 20 de octubre de 2018

El amor es una fruta de temporada en todo momento y al alcance de todas las manos.

Santa Teresa de Calcuta

viernes, 19 de octubre de 2018

Yo sola no puedo cambiar el mundo, pero puedo lanzar una piedra a través del agua para crear muchas ondulaciones.

Santa Teresa de Calcuta

El Señor me ayudó y me dio fuerzas.



En la vida de un cristiano todo empieza con el encuentro con Jesús. Así lo reconoce el Papa Francisco: “La fe, para mí, nació del encuentro con Jesús. Un encuentro personal, que tocó mi corazón y dio una nueva dirección y un nuevo sentido a mi existencia”. Así fue también para san Pablo con el encuentro especial con Jesús camino de Damasco.

En la nueva vida que nos regala Jesús a sus seguidores, nos relacionamos con Dios como un hijo con su Padre y con los demás como nuestros hermanos. Y amamos a Dios, nuestro Padre y a los demás, nuestros hermanos. Fruto de ese amor depositamos nuestra confianza en Dios y en nuestros hermanos.

Pero sabiendo que Dios no nos va a fallar nunca y a dejarnos solos. Pero algunos de nuestros hermanos, al ser humanos, nos pueden fallar y no portarse como tales. Eso es lo que relata san Pablo en esta primera lectura, donde nos recuerda qué hermanos se han portado mal con él y le han abandonado y qué hermanos se ha portado bien con él y permanecen con él, entre los que está San Lucas.

De todas las maneras “el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles”.

El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. Sal 144

jueves, 18 de octubre de 2018

Las palabras amables pueden ser cortas y fáciles de decir, pero sus ecos son realmente infinitos.

Santa Teresa de Calcuta

Si vivimos por el Espíritu, marcharemos tras el Espíritu.

En el  pasaje de Pablo a los Gálatas, que se nos narra hoy, en el que les está hablando de la libertad que da el seguir a Cristo, les previene en no confundir la libertad con el libertinaje, pues este último hace aflorar las apetencias de la carne, que se caracterizan por acciones que van contra la ley, como son: fornicaciones, impurezas, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, odios, rivalidades, etc., así pues, los que obran de esta forma, están excluidos del Reino de Dios.

Sin embargo, los frutos de los que actúan según el Espíritu son: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, dominio de sí, etc.; ninguno de estos frutos van en contra de la ley, por lo tanto, aquellos que siguen a Cristo han crucificado su carne junto a sus pasiones y deseos.

Lo que nos está trasmitiendo Pablo es que, si perseveramos en el seguimiento de Jesús, por medio del Espíritu, podemos vencer fácilmente todas las pasiones y seducciones de este mundo, evitando el actuar mal frente a los demás. De esta manera nuestras obras se regirán por aquello en que Jesús resumió los mandamientos “Amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos”.

Como nos indica el salmo nº 1 “El Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal”

miércoles, 17 de octubre de 2018

Nunca sabremos todo lo bueno que una simple sonrisa puede llegar a hacer.

Santa Teresa de Calcuta

Pararnos, no seguir de largo, buscar soluciones.


¿Cuántas veces  has escuchado la parábola del buen samaritano?
¿Cuántas veces te has identificado con cada uno de los personajes que aparecen en ella?
Cada uno de ellos tiene una enseñanza diferente, no hay una única moraleja, porque es como sacar una foto de un paisaje depende del ángulo desde el que la tomes la imagen será diferente aunque el paisaje sea el mismo.

Están los más “insignificantes” de la historia: el que fue atracado y los ladrones, pero ellos tienen su propia cuota de pantalla, ya que uno iba solo por el camino, por lo tanto ante los ladrones estaba en desventaja, llevaba dinero, mercancía… o cualquier material que era goloso para los ladrones, sufre las consecuencias de la maldad de aquellos que no respetan la vida de los otros, estos representan a los que van buscando su beneficio sin tener en cuenta el daño que pueden hacer a los demás.

El siguiente personaje es el sacerdote, alguien que ha elegido una vida de servicio a los demás que transmite la Palabra de Dios y da testimonio de entrega a la voluntad de Dios, esta es la teoría, pero su actitud no muestra nada de esto, deja al hombre en el suelo y desvía su camino para no rozarse con él.

Otro viene detrás, el levita, conoce muy bien la norma, la ley, la cumple a rajatabla, tanto que no le da importancia al dolor de la persona sino a no acercarse por miedo a incumplir alguno de los preceptos y contaminarse.

Llega después otro personaje, aquel que por ser de donde era no se esperaba que ayudara al pobre hombre apaleado y al que habían robado, venía del “otro lado” y se esperaba que siguiera de largo porque no era lo normal atender a quien no era de su pueblo. Pero como nuestra justicia no es la de Dios, justo fue el que se paró, socorrió y llevó al hombre a un lugar seguro, pagando todos los gastos.

Hay otro personaje, el del hombre que lo acoge en la posada y se hace cargo de él por encargo del samaritano, es verdad que lo hace sabiendo que cobraría lo que gastara, pero sin comentarse nada se da por hecho que lo hará.

¿Con qué personaje nos identificamos más?
¿Hemos actuado alguna vez como el sacerdote o el levita?
¿Nos caracterizamos por no mirar de dónde ni cómo es el otro sino por ayudar y ya está?

martes, 16 de octubre de 2018

Difunde el amor donde quiera que vayas. 
No dejes que nadie se aleje de ti sin ser un poco más feliz.

Santa Teresa de Calcuta

¿Ver para creer? ¿O creer para ver?



William James es considerado por muchos como el padre de la psicología moderna norteamericana. D0ctor en psicología y un profundo pensador, fue entrevistado un día por la prensa especializada. Le preguntaron por una idea importante. El Dr. James respondió: “El mayor descubrimiento de mi generación, es que el hombre puede cambiar toda su vida, con solo cambiar su actitud mental”.

Lair Riveiro, un destacado doctor brasileño afirma que “Creer como queremos ser, acabará viéndonos dueños de una nueva actitud”. En otras palabras, si quiere usted cambiar una actitud de apatía, empiece viéndose como si estuviera entusiasmado, caminando rápido, poniendo energía en lo que hace y pronto usted verá como el entusiasmo emergerá para sustituir esa apatía. La antigua idea de ver para creer, tiene que ser sustituida por creer para ver” ¿No le parece esto trascendental en nuestras vidas? Empiece a verse como si estuviera contento y pronto se sentirá feliz.

Esta técnica no es nueva. Mucha gente la ha aplicado en el pasado, con resultados pero en su contra. Mire a su alrededor. Hay cientos de personas que se ven tímidos, apocados, apáticos, y al hacerlo así producen justamente esa actitud.
Un verdadero líder logra el ambiente que hace que su personal provoque esos resultados con interés, ánimo y decisión, lo cree y acaba viéndolo. No hay espacio ya para gerentes sin liderazgo. En realidad, usted puede llegar a ser la persona que desea ser: alegre, entusiasta, próspera, amigable, que controle bien sus preocupaciones, que resuelva bien los problemas que se le presenten, y en fin que disfrute esta vida, pero tendrá que “creerlo, para verlo”

PorEmilio SantamaríaS.:Dale Carnegie TrainingHonduras<noticias@dalecarnegiehn.com>

lunes, 15 de octubre de 2018

No siempre podemos hacer grandes cosas, pero sí podemos hacer cosas pequeñas con gran amor.

Santa Teresa de Calcuta

domingo, 14 de octubre de 2018

Sed bondadosos, generosos, comprensivos. Que todos los que se acerquen a vosotros sean mejores y más felices. Sed la expresión viva de la bondad de Dios: Bondad en la cara, bondad en los ojos, bondad en la sonrisa, bondad en vuestro saludo, cordial y afectuoso.

Santa Teresa de Calcuta

Decálogo de la serenidad.


San Juan XXIII, un Papa visionario de alma joven que lanzó a la Iglesia a la aventura del Concilio Vaticano II, dejó a los jóvenes algunos consejos prácticos para vivir con intensidad:

1. Solo por hoy trataré de vivir exclusivamente al día, sin querer resolver los problemas de mi vida todos de una vez.
2. Solo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto; seré cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé criticar o castigar a nadie, sino a mí mismo.
3. Solo por hoy seré feliz con la certeza de que he sido creado para encontrar la felicidad, no solo en el otro mundo sino en éste también.
                                                                                                                                          
4. Solo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten a todos mis caprichos y deseos.
5. Solo por hoy dedicaré diez minutos a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
6. Solo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7. Solo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiere ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
8. Solo por hoy me haré un programa detallado para llenar mi día. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9. Solo por hoy creeré firmemente, aunque las circunstancias me demuestren lo contrario, que la buena Providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.

10. Solo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

Este decálogo de la serenidad, cuyo autor es San Juan XXIII, se le conoce también con el nombre de decálogo de la cotidianeidad
Web católico de Javier

sábado, 13 de octubre de 2018

Hace 20 años fue publicada la Encíclica de San Juan Pablo II sobre la fe y la razón.



Hace 20 años fue publicada la encíclica Fides et Ratio del Papa San Juan Pablo II, que trata sobre las relaciones absolutamente compatibles entre la fe y la razón en la búsqueda de la verdad.

“La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo”, fueron las palabras introductorias de la encíclica publicada el 14 de septiembre de 1998.

En Fides et Ratio en Papa Juan Pablo II reconoce que en “distintas partes de la tierra, marcadas por culturas diferentes, brotan al mismo tiempo las preguntas de fondo que caracterizan el recorrido de la existencia humana: ¿quién soy? ¿de dónde vengo y a dónde voy? ¿por qué existe el mal? ¿qué hay después de esta vida?”.

Y luego, precisa que estas preguntas vitales y universales “tienen su origen común en la necesidad de sentido que desde siempre acucia el corazón del hombre”.

“De la respuesta que se dé a tales preguntas, en efecto, depende la orientación que se dé a la existencia”, añadió.

En una columna del 12 de septiembre, el Arzobispo de Valencia (España), Cardenal Antonio Cañizares, recordó que “esta encíclica pone de relieve que en el amor a la verdad, de una verdad última, en su búsqueda y en su conocimiento, en la defensa de la verdad y en su testimonio, es donde está el sentido de la vida y, por tanto, el futuro del hombre y de la sociedad”.

Sin la referencia a la verdad última, es decir, a Dios mismo, San Juan Pablo II sostuvo en Fides et Ratio que “cada uno queda a merced del arbitrio y su condición de persona acaba por ser valorada con criterios pragmáticos basados esencialmente en el dato experimental, en el convencimiento erróneo de que todo debe ser dominado por la técnica”.
“Así ha sucedido que, en lugar de expresar mejor la tendencia hacia la verdad, bajo tanto peso la razón saber se ha doblegado sobre sí misma haciéndose, día tras día, incapaz de levantar la mirada hacia lo alto para atreverse a alcanzar la verdad del ser”, añade.

Ante esa dificultad presentada por el Papa, el Cardenal Cañizares finalizó su columna diciendo que “no hay que temer a la razón ni hay que temer a la fe”.  “De la relación inseparable entre ambas está la grandeza y la elevación de la humanidad hacia sus cotas más altas”, dijo el purpurado.


No hay una gran diferencia en la realidad de un país o de otro, porque son siempre personas las que encontramos en todas partes. Pueden verse diferentes o llevar otros trajes, tener una educación o posición distinta. Pero todas son iguales. Son personas a quienes amar. Todas están hambrientas de amor.

Santa Teresa de Calcuta

viernes, 12 de octubre de 2018

Lo importante no es cuanto hacemos, sino cuanto amor, cuanta honestidad y cuanta fe ponemos en lo que hacemos.

Santa Teresa de Calcuta

jueves, 11 de octubre de 2018

Que Dios te recompense en amor todo el amor que hayas dado y toda la alegría y paz que hayas sembrado a tu alrededor, en todas partes del mundo. 

Santa Teresa de Calcuta

No nos dejes caer en la tentación


El padrenuestro es la oración por antonomasia, pues en ella se evidencia lo que realmente significa rezar y que comprende unas actitudes que a menudo olvidamos.  Para orar lo primero es reconocer la paternidad/maternidad de Dios en nuestro ser y en nuestra vida y, en función de ello, como decía Santa Teresa de Jesús “tratar con Alguien que sé que me quiere”, a lo que podríamos añadir que me acepta y valora como soy de manera incondicional, que respeta mi libertad y siempre, siempre busca mi bien y debo estarle, en este sentido, siempre agradecido.

En segundo lugar no es solo hablar, sino también saber escuchar, algo que muchas veces pareciera, no estamos acostumbrados ni tan siquiera con nuestros semejantes. La oración es la expresión más genuina del encuentro que es siempre la Fe, un encuentro de corazón a corazón.

En tercer lugar, y no menos importante, es la actitud de servicio: orar no es ni mucho menos descargar en Dios mis problemas y preocupaciones, aunque a veces haga falta el desahogo como hacemos con nuestros padres o amigos, sino sobre todo ponernos a disposición de Dios: el cristiano se constituye en las manos y el corazón de Dios ante nuestros hermanos los hombres para construir el Reino.

Y quizá finalmente, aunque caben muchas más cosas, reconocerle como el Señor de mi vida, aceptar su voluntad por incomprensible que nos parezca, confiarnos a su Amor y no dejarnos llevar por las múltiples tentaciones que nos rodean y que, lejos de darnos la felicidad, nos esclavizan.