Las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres plantean en la Iglesia profundas preguntas que no se pueden eludir superficialmente.
El sacerdocio reservado a los varones, como signo de Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía, es una cuestión que no se pone en discusión.
Pero en la Iglesia las funciones no dan lugar a la superioridad. Y una mujer, María, es más importante que los obispos
El Papa Francisco
No hay comentarios:
Publicar un comentario