Muchas veces oramos por alguien o
por nosotros mismos; incluso pedimos que oren por nosotros cuando necesitamos
una ayuda de Dios, y eso es bueno pedir los unos por los otros.
Pero me hago esta reflexión:
cuando oramos por alguien o por una situación especial, no solo lo estamos
haciendo por ello sino que esta oración se beneficia toda la Iglesia.
Nosotros, como seres limitados,
cuando vemos una necesidad inmediata y oramos por ella, pero no nos damos
cuenta que todos formamos parte de un solo Cuerpo, y que la oración es
universal y, por tanto, es aplicada a toda la Iglesia
No hay comentarios:
Publicar un comentario