Jesús iba con la cruz a cuestas hacia el Gólgota; apenas podía
sostenerse de pies: ensangrentado, apaleado; le habían flagelado duramente y, como mofa, le habían puesto un casco
de espinas. Por allí pasaba el cirineo y le obligaron a ayudarlo.
A poco que se lea el relato de la Pasión , se da cuenta que una
cosa no encaja: después de azotarle, apalearle, ponerle un casco de espinas, ¿y
de repente le ayudan a portar la cruz? Vamos a ver lo que paso por la mente del
centurión.
A Jesús le condenaron dos veces: a la flagelación y, como el
pueblo no estaba sastifecho con eso, a la crucifixión. Los ánimos estaban
alborotados, habían soltado a Barrabas y querían que muriese. Tuvo que aguantar
unos azotes tremendos, como lo indica la Sabana Santa ¡estaba casi
desangrado! Era todo llagas: lo habían condenado crucificado. El centurión se
daba cuenta que no le quedaba mucho de vida, ¿que le hubiese pasado si moría antes?
Pilatos le castigaría por desobedecer…No fue por misericordia sino para cumplir
las ordenes
Pobre Pilato...¡¡¡ cobarde con la verdad
y cobarde con los judios !!!
El Centurión.(que luego se convirtio) tambien era cobarde. ¡¡Jesus mio!! no me abandones para que siempre te sea fiel...que no me averguence de Ti.