El Hijo de Dios se encarnó en el
seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, por nosotros los hombres
y por nuestra salvación: es decir, para reconciliarnos a nosotros pecadores con
Dios, darnos a conocer su amor infinito, ser nuestro modelo de santidad y
hacernos «partícipes de la naturaleza divina» (2 P 1, 4).(Compendio 85)
No hay comentarios:
Publicar un comentario