Lo que no es la Cuaresma
Cuaresma no es un tiempo litúrgico triste.
Cuaresma no es un tiempo de imposición de penitencias o prácticas
externas.
Cuando Jesús
responde a la pregunta sobre el ayuno formulada por
los discípulos de Juan
y los fariseos (Me 2,18-22;: ¿porqué tus discípulos no ayunan y nosotros sí? deja claro que el ayuno de los seguidores de Juan corresponde a un tipo
de espiritualidad, de relación con Dios, de deseo de perfección que no es el
que él viene a implantar. Cuando los discípulos del Maestro entren en la dinámica de relación que Él mantiene con su Padre, entonces ayunarán; entonces, desde dentro del corazón, les saldrá el
ayuno nuevo. Mezclar las cosas, viene a decir Jesús, no es bueno. Y pone el
ejemplo de remendar un vestido viejo con una prenda nueva, o mezclar vinos.
Cuando haya odre nuevo habrá también vino
nuevo.
Cuaresma no es el tiempo de "hay que hacer esto", "toca
hacer esto" por mantener una tradición que vi a mi abuela... (v.gr., el
potaje de los viernes, la gastronomía cuaresmal que hoy promueven algunos restaurantes como reclamo publicitario...). La
Cuaresma no son formas.
Lo que sí es la Cuaresma
Cuaresma es el tiempo
litúrgico que nos llama a redescubrir y reavivar nuestro bautismo; por el bautismo estamos
insertos, metidos, sumergidos en el misterio pascual de Cristo. ¿Qué significa
esto? Algo sencillo, profundo y siempre empeñativo. Lo podemos resumir así: la
tarea del cristiano de todos los tiempos es hacer de su vida ordinaria una
peregrinación (profundización) para dejar lo viejo (nuestro gusto por lo nuestro, nuestro vivir de lo que nos apetece, de nuestra
propia voluntad) y abrazar el modo de vivir de
Jesús que consistía en alimentarse haciendo la voluntad del Padre.
Cuaresma, así entendida, no es imposición de algo externo, sino ejercicio espiritual que tiene su origen en el corazón mismo de nuestra
identidad cristiana, en la identificación con Cristo.
Cuaresma, así entendida, es un programa personal y comunitario que toca el corazón y se realiza "en
lo secreto", sin que nadie se entere, como nos propone el evangelio del Miércoles
de ceniza. "Cuando hagas limosna... que no sepa tu mano izquierda lo que
hace tu derecha... Cuando reces, cierra la puerta y reza... Cuando ayunes,
perfúmate" (Mt,
6,1-6.16-18). Y todo por una cosa: el Padre se entera de lo que pasa en nuestro corazón.
Querido Amigo: Voy a intentar decirte algo sobre tu artículo sobre lo que es y no es la Cuaresma porque, últimamente no me publican los comentarios a tus textos
ResponderEliminarLa verdad es que son muy buenos los mensajes que nos das y que poco se puede añadir;pero, desde lo escondido, en Cuaresma es importante el tema de la caridad.En Cuaresma ensanchamos el corazón para que quepan en él todos los hombres, incluso los "enemigos". Junto al Señor que ha perdonado a sus verdugos,no nos sentiremos enemigos de nadie. Entonces estaremos en unas excelentes condiciones para poder acompañar a Jesús. Te deseo una santa y feliz Cuaresma. Un fuerte abrazo en compañía de tu mamá. Mªjosé