Todas
las mañanas salgo a dar un paseo para andar, un día cuando regresaba en el
ascensor una persona se subió conmigo,
no la recocí pero ella sabía quién era, y me dijo que iba a casa de un vecino a
llevarle la comunión –que ya falleció-, me enseño el reservado, mi reacción fue
de arrodillarme; fue un momento, el tiempo de subir hasta el sexto, totalmente
inesperado pero muy intenso.
HERMOSO, A MI UNA VEZ AL MES ME TRAEN LA COMUNIÓN A CASA, Y MI CORAZÓN SE LLENA DE ALEGRÍA PORQUE EL SEÑOR VIENE A MI CASA A VISITARME, GRACIAS SEÑOR
ResponderEliminarprecioso miguel
ResponderEliminarrealmente subiste con el SEÑOR y fué un momento emocionante el que viviste.
ResponderEliminarEfectivamente, momentos que dejan huellas
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