Hacia nada menos que 40 años sin saber nada de ellos. Cuando nos despedimos empecé a recordar los buenos momentos que pase alli, en su academia. Tuve durante muchos años la zambombita que me regalo... la perdi en la inundación que tuve en mi casa. Cosas así es por lo que merece vivir...
Nunca me cansare de decir, estoy FABIOSAMENTE FELIZ.