He aquí cómo Dios va obrando en mi alma,
a veces en la desolación, a veces en el consuelo,
pero siempre para enseñarme
que solo en él tengo que ponerme mi corazón,
que solo en él he de vivir,
que solo a él he de amar, querer, esperar,
en pura fe, sin consuelo ni ayuda humana criatura.
a veces en la desolación, a veces en el consuelo,
pero siempre para enseñarme
que solo en él tengo que ponerme mi corazón,
que solo en él he de vivir,
que solo a él he de amar, querer, esperar,
en pura fe, sin consuelo ni ayuda humana criatura.
San Rafael Arnaiz
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