jueves, 4 de julio de 2013

La piscina de Lourdes


Como ya sabéis en octubre fui a Lourdes en peregrinación con mi madre (http://granodearena-m.blogspot.com.es/2012/10/peregrinacion-lourdes.html ). Una de las actividades que se hacen es bañarse en las piscinas. Tengo el vago recuerdo de estar ella, pero era muy pequeño y no me queda huella ninguna. Me apunte para ir a bañarme pero quería saber lo que significaba, así que le pregunté a mi querido amigo Dámaso, que me contesto su frase típica “Ven, y veras”.

Así que fuimos y nos metimos en cola; había varias decenas de enfermos adelante nuestro, me dijo que mientras tanto rezara: así lo hice. Había uno en su camilla, cuando le tocó tenia la cara de preocupación, pero cuando salió estaba trasformado, cara de sereno y de felicidad. No sé cuanto tiempo esperamos ¿una hora? ¿Hora y media? Poco importa… estaba rezando cuando nos toco; entramos en una sala y me dijo que me dejara hacer y orase con mas intensidad; me despojo de mi ropa; en ese momento sentí como me quitaran todo lo mundano para quedarme solo ante Él. Una vez llegado el momento me dí cuenta que un ayudante que había  era otro amigo, Juan; así que tuve la dicha de meterme con ayuda de dos amigos; no puedo describir lo que sentí en aquellos minutos, solo diré como él “ven, y veras”. Recuerdo que las primeras palabras que pude articular dije: “he estado en el cielo”.


2 comentarios:

  1. Que gran bendición, Miguel. Me encantó el testimonio. Un abrazo hermano, Fran

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  2. Miguel!! Me ha encantado leer esto hoy de nuevo, porque la historia la conocí por Dàmaso alli y de la bendición que fue el abrir y tener la gracia de bañarse con Briatore...muchas gracias por compartirla. Ven y veràs! Asi es

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