domingo, 8 de diciembre de 2013

Tiempo de Adviento, tiempo de atillo.

¡Con cuanto amor y ternura se prepara el atillo!. Esto solo lo saben los padres y las abuelas; hasta el último detalle para su recién nacido. El nerviosismo hace aparición en los días en que sale de cuentas la mama. Todo debe ser revisado por si se olvida algo.

El adviento es igual: preparación de la venida de Jesús  en nuestro corazón, nuestro gran gozo: El Niño-Dios. No debemos despistarnos con las luces de las calles, ni con los regalos a nuestros seres queridos: debemos dar sentido cristiano a todo ello.

Os deseo que preparéis bien vuestro atillo en vuestros corazones, que hagamos un hueco calentito para este Niño que nos va a nacer.

¡¡FELIZ ADVIENTO!!

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