viernes, 31 de julio de 2015

"No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien".

 Beato Tomás de Kempis

jueves, 30 de julio de 2015


"Callando es como se aprende a oir, oyendo es como se aprende a hablar; y luego, hablando se aprende a callar" 

Diógenes

miércoles, 29 de julio de 2015



"Dios no se cansa nunca de perdonarnos, nosotros a veces nos cansamos de pedir perdón. No nos cansemos nunca. Él tiene un corazón de misericordia para todos nosotros".

Papa Francisco

martes, 28 de julio de 2015

Dios en su taller de orfebrería

Estaba Dios en su taller de orfebre, trabajando arduamente en su última creación, cuando de repente, un grupo de ángeles, intrigados por su afanosa entrega, se atrevieron a interrogarle:                                                             

-¿Que hace señor?
-La más grande de mis obras maestras -contestó-
-¿En qué consiste?- preguntaron
-En un ser de cuatro pares de ojos y seis brazos.
-¡Y para que le van a servir cuatro pares de ojos!
      - Un par de ojos, es para que pueda apreciar la belleza que le rodea, uno más para comprender cada acción que realicen mis hijos, el tercero para leer los pensamien­tos, las palabras no pronunciadas, con unos ojos, que pue­dan ver los corazones y ante los cuales, no pueda haber secretos, y, el ultimo, para que pueda apreciar la presen­cia de Dios en la paz de un niño durmiendo.
Y sorprendidos, exclamaron
 - ¿Y tantos brazos, para qué?
-Los primeros dos son para servir. Desde esforzarse en el trabajo más arduo hasta cultivar la flor más delicada. Dos más serán para acunar a cada uno de mis hijos y lle­narlos de caricias, de ternura y amor, y los últimos para levantarlos y luchar ante la injusticia y el abandono.
     -Señor, este nuevo ser que estas creando, ¿Será inteli­gente?
 -Tendrá la capacidad ilimitada para abordar los temas más intrincados y   poseerá la sensibilidad del poeta, el pensamiento mágico de la fantasía y sabrá encontrar estrellas y esperanzas en los campos más áridos y desiertos.
Los ángeles cada vez más intrigados de lo que hacía su señor, no cesaban de preguntar:
-Oye Señor, ¿y este ser tan raro, tendrá alguna función especial?
     -Mirad, con un solo beso podrá mitigar el llanto de un pequeño, perdonar la falta más grave, dar aliento a un valiente, acariciar el alma de un anciano, seducir al gue­rrero más poderoso y dar compañía con solo recordarlo a la soledad. I Ino de los ángeles, tocó el modelo en proceso y exclamó:
-¡Señor, parece muy débil!

-Su aspecto es frágil pero su fortaleza es incalculable, puede soportar hambres, miserias, dolor, abandono, pero jamás se dará por vencido. Sabe hacer milagros con los alimentos y jamás dejara a uno de mis hijos con hambre, le dará todo y tendrá virtud de sonreír en medio de la adversidad.
-Señor, la verdad, nunca te habíamos visto trabajar tanto en un ser. ¿Por qué es tan importante?
-Miren. El mundo cada día crece más y yo no puedo estar en todas partes, necesito hoy más que nunca que alguien me ayude a conservar y engrandecer mi creación a llevar mi bondad y presencia a todos los seres humanos.
Los ángeles finalmente preguntaron.
-Oye, y como le vas a llamar a este ser tan raro?
-   Será reconocido por ser forjador de seres humanos extraordinario, su aroma permanecerá por siempre y su nombre estará escrito de forma indeleble en la humanidad.
Finalmente hizo una larga pausa, como meditando el nombre que le riendo ante lo más sublime de su

-LE LLAMARE.... MADRE
En eso uno de los ángeles tocó el rostro y para su sorpresa se dio cuenta de que una gota escurría de sus ojos y preguntó: Que es señor esa gota de agua que escurre de sus ojos?
-   Eso es una lágrima, es el bálsamo del amor, es  expresión sublime ante el dolor de mis hijos, es su aflic­ción ante el sufrimiento que manifiesta la sensibilidad ^^^^^^^M de su espíritu y brota en forma incontenible ante las penas y las alegría: uno de los ángeles exclamó:
Señor, eres un genio... ¿Cómo se te ocurrió poner una lágrima en esn Y entonces, Dios con humildad respondió: ¡Esa lágrima yo no la puse!

“El Dios que me llama es Amor”.

 San Luis Gonzaga

lunes, 27 de julio de 2015

El Papa se inscribe en la JMJ de Cracovia

Al finalizar el ángelus, y a través de una tableta, Francisco hace su inscripción acompañado de dos jóvenes. Además hace un llamamiento para la liberación de los secuestrados en zonas de conflicto

Por Rocío Lancho García

Ciudad del Vaticano, 26 de julio de 2015 (ZENIT.org)
¡Me he inscrito!, ha exclamado el Santo Padre tras usar una tableta para hacer su inscripción para la próxima Jornada de la Juventud en Cracovia el próximo año. Desde la ventana del Palacio Apostólico y al concluir la oración del ángelus, con este gesto simbólico el Papa ha querido recordar que hoy se abre el plazo para apuntarse a la JMJ. Evento que se celebra durante el Año de la Misericordia y por eso Francisco ha asegurado que será “en cierto sentido, un jubileo de la juventud”.

También el Papa ha querido recordar hoy que dentro de pocos días será el segundo aniversario del secuestro en Siria del padre Paolo Dall’Oglio. “Hago un sincero y urgente llamamiento para la liberación de este estimado religioso”, ha afirmado. Del mismo modo ha mencionado a los obispos ortodoxos secuestrados en Siria y a todas las otras personas que, en las zonas de conflicto, han sido secuestradas. “Espero el renovado compromiso de las autoridades locales e internacionales competentes, para que a estos hermanos nuestros se les devuelva pronto la libertad”, ha pedido el Papa.  

Finalmente, Francisco ha indicado que hoy celebramos a los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús. Por eso ha dedicado unas palabras para saludar a los abuelos y les ha dado “las gracias por su 
preciosa presencia en las familias y para las nuevas generaciones”.

En el comentario del Evangelio de este domingo previo al ángelus, Francisco ha reflexionado sobre el pasaje de la multiplicación de los panes y los peces. De este modo ha explicado que los discípulos razonan en términos de “mercado”, pero Jesús, a la lógica de comprar la sustituye con la del dar. Los gestos de tomar los panes y los peces, dar gracias y distribuirlos, “anticipan los de la Última Cena, que dan al pan de Jesús su significado más profundo y verdadero. El pan de Dios y Jesús mismo”. 
Haciendo la Comunión con Él --ha afirmado-- recibimos su vida en nosotros y nos hacemos hijos del Padre celeste y hermanos entre nosotros.

Por otro lado ha subrayado que “aunque seamos pobres, todos podemos dar algo. ‘Hacer la Comunión’ significa también obtener de Cristo la gracia que nos hace capaces de compartir con los otros lo que somos y lo que tenemos”.

Igualmente, ha añadido que Jesús sacia no solo el hambre material, sino esa más profunda, el hambre del sentido de la vida, el hambre de Dios. Y nosotros ¿qué podemos hacer? “Lamentarse no resuelve nada, pero podemos ofrecer ese poco que tenemos”, explica, y “Dios es capaz de multiplicar nuestros pequeños gestos de solidaridad y hacernos partícipes de su don”.

"El santo Sacrificio de la Misa es la más sublime de las oraciones. Jesucristo se ofrece a su Padre, lo adora, le da gracias, lo honra y le suplica a favor de su Iglesia, de los hombres, sus hermanos y de los pobres pecadores". 

San Pedro Julián Eymard

domingo, 26 de julio de 2015

Esforcémonos en adquirir la pureza de corazón,
porque el Espíritu Santo habita
en los corazones sencillos y cándidos.

San Felipe Neri

sábado, 25 de julio de 2015

Si queremos que el Espiritu Santo
nos enseñe a orar,
debemos practicar la humildad
y la obediencia.

San Felipe Neri

viernes, 24 de julio de 2015

El Espiritu Santo es el maestro
que nos enseña a orar,
y es quien nos hace permanecer
en una paz continua
y en un contento precursor de aquel
que gozaremos en el paraíso.

San Felipe Neri

jueves, 23 de julio de 2015

Una vida virtuosa consiste en la mortificación
de los vicios y de los pecados,
de los malos pensamientos, de los afectos culpables
y en un continuo ejercicio
para adquirir las virtudes.

San Felipe Neri

miércoles, 22 de julio de 2015

Hacer la voluntad de Dios:
he aquí lo que debemos perseguir
por medio de la oración.

San Felipe Neri

martes, 21 de julio de 2015

La grandeza de nuestro amor a Dios
debe probarse con nuestro deseo de sufrir
por amor suyo.

San Felipe Neri

lunes, 20 de julio de 2015

Cosa buena es renunciar al mundo
y a nuestros bienes para servir a Dios,
pero esto no es aún bastante.

San Felipe Neri

domingo, 19 de julio de 2015

El que quiera alcanzar la perfección
no debe apegarse a cosa alguna.

San Felipe Neri

sábado, 18 de julio de 2015



El reino de Dios es Dios mismo que se hace presente en medio de nosotros y reina por medio de nosotros"

(Benedicto XVI)

viernes, 17 de julio de 2015


"Hay un espectáculo más grandioso que el mar, y es el cielo; hay un espectáculo más grandioso del cielo y es el interior de un alma". 

Victor Hugo

jueves, 16 de julio de 2015



"La humildad es la etiqueta que exige el ceremonial para las audiencias con Dios" 

P. Alfonso Milagro

miércoles, 15 de julio de 2015



"Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?"

(Mateo 5,43)

martes, 14 de julio de 2015


"En los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa; en el divino, se perdona... Bendito sea Dios". 

Autor desconocido

LA PENITENCIA. LA CONFESIÓN


Me han enseñado que el Señor ve y lee nuestro interior, y me pregunto por qué la absolución se ha delegado en los sacerdotes. Si la pidiera de rodilla, yo solo dentro de mi habitación, dirigiéndome al Señor, ¿me absolvería? ¿O sería una absolución de distinto valor? ¿Cuál sería la diferencia?

Si, es una grande y verdadera cuestión que usted me plantea. Yo diría dos cosas. La primera: naturalmente, si Vd. se pone de rodilla y con verdadero amor a Dios le pide que le perdone, Él le perdona. Es doctrina constante de la Iglesia que si uno, con verdadero arrepentimiento, es decir, no solo para evitar penas, dificultades, sino por el amor al bien, por amor a Dios, pide perdón, recIbe el perdón de Dios. Esta es la primera parte. Si yo realmente reconozco que he obrado mal, y sí en mí ha renacido el amor al bien, la voluntad del bien, el arrepentimiento por no haber respondido a este amor, y pido a Dios, que es el Bien, el perdón, Él le concede

Pero hay un segundo elemento: el pecado siempre tiene y una dimensión social, horizontal. Con mi pecado personal, aunque tal vez nadie lo conozca, he dañado asimismo la comunión de la Iglesia, he ensuciado la comunión de la Iglesia, he ensuciado a la humanidad. Por eso esta  dimensión social, horizontal, del pecado exige que sea absuelto también a nivel de la comunidad de la Iglesia, casi corporalmente. Por consiguiente, esta segunda dimensión del pecado, que no es solamente contra Dios, sino que también afecta a la comunidad, exige el Sacramento y el Sacramento es el gran don en el que puedo, mediante la confesión, librarme de ese pecado y puedo realmente recibir el perdón también en el sentido de una plena readmisión en la comunidad de la Iglesia viva, del Cuerpo de Cristo.  Así, en este sentido, la necesaria absolución por parte del sacerdote, el Sacramento, no es una imposición que limita la bondad de Dios, sino al contrario es una expresión de la bondad de Dios porque me demuestra que también concretamente, en la comunión de la Iglesia, he recibido el perdón y puedo recomenzar de nuevo.

Por lo tanto, yo diría que se han de tener presente estas dos dimensiones: la vertical con Dios, y la horizontal, con la comunidad de la Iglesia y de la humanidad. La absolución sacramental es necesaria para absolverme realmente de este vínculo del mal y reintegrarme completamente en la voluntad de Dios, en la perspectiva de Dios, en su Iglesia, y darme la certeza, incluso casi corporal, sacramental: Dios me perdona y me recibe en la comunidad de sus hijos.

Creo que debemos aprender a entender el sacramento de la Penitencia en este sentido: una posibilidad de encontrar, casi corporalmente, la bondad del Señor, la certeza de la reconciliación.


                                                                       BENEDICTO XVI


lunes, 13 de julio de 2015

Todos los pecados desagradan a Dios.
pero más que todos la sensualidad y la avaricia,
que son muy difíciles de curar.

San Felipe Neri

domingo, 12 de julio de 2015

El que desea poseer grandes riquezas
nunca tendrá gran devoción.

San Felipe Neri

sábado, 11 de julio de 2015

viernes, 10 de julio de 2015

El que se deja dominar, aunque sea poco,
por la avaricia nunca hará progresos en la virtud.

San Felipe Neri

jueves, 9 de julio de 2015

Aun en las enfermedades,
los remedios espirituales son los mejores.

San Felipe Neri

miércoles, 8 de julio de 2015

Los escrupulosos deben obedecer
ciegamente al confesor
y procurar despreciar sus propios escrúpulos.

San Felipe Neri

martes, 7 de julio de 2015

Una vez que hayas reflexionando
que no consentiste en la tentación,
no vuelvas a pensar en ello,
porque a fuerzas de reflexiones
volverán las mismas tentaciones.

San Felipe Neri

Una niña paraguaya le pide a Francisco que sea su papá

Madrid, 06 de julio de 2015 (ZENIT.org)

“Me gustaría que seas mi papá por siempre, porque mi papá y mi mamá están en la cárcel, te quiero mucho...”. Esta es la petición al papa Francisco de Kiara, una niña de 9 años que vive en el Bañado Sur, una zona situada en la orilla del río Paraguay, y que están muy cerca del vertedero de basura Cateura de Asunción.

En un conmovedor escrito que hizo de puño y letra, la pequeña reconoce que le gustaría sentirse querida, tener una madre, un padre, un hogar. La iniciativa de escribir al Santo Padre surgió del coordinador logístico de la visita papal en el Bañado Norte, Luis Fretes, quien ideó que todos los niños del Bañado Sur hicieran sus respectivas cartas, que él se encargaría de hacer llegar al Pontífice, ya que Francisco no visitará esta zona de la ribera.

En total fueron 2.300 niños los que redactaron sus misivas, y entre todas destacó la de Kiara. “Solo escribí lo que me decía el corazón, ya que no tengo padre ni madre, vivo con mis abuelos y si le llego a ver y a hablar, con el Papa, le pediré también que le saque a mi mamá de la cárcel”, explicó la niña que está en el tercer grado de la escuela San Blas de Fe y Alegría.

Su madre está hace dos años en prisión por microtráfico, al igual que su padrastro, quien la crió desde los tres años. De su padre biológico poco sabe, ya que emigró hace mucho tiempo, señaló a los medios de comunicación locales la familia de la pequeña.

Cientos de niños de los Bañados viven no solo en medio de la miseria y las inundaciones, sino también víctimas de la venta y consumo de droga, especialmente el crack. 

La gente vive en chozas de madera terciada y láminas de cinc, y cada vez que las lluvias torrenciales provocan el desbordamiento del río Paraguay, las calles de tierra se transforman en lodazales intransitables.

El Bañado Norte es una de las zonas de pobreza extrema que el Papa visitará durante su gira por Paraguay. Ese día Kiara será presentada ante Francisco acompañada por su director de escuela, Germán Acevedo.

Por su parte, Magdalena Ramos espera llamar la atención del Pontífice cuando visite la pequeña capilla de paredes desnudas en el Bañado Norte, para que ayude a su hijo, cuyos problemas neurológicos congénitos lo tienen en cama. “Quisiera que el Papa lo vea y pida una donación de silla de ruedas y tratamiento médico”, dijo la mujer de 51 años, quien se encuentra desocupada

lunes, 6 de julio de 2015

domingo, 5 de julio de 2015



Cristo nos enseña cómo la felicidad no depende de lo que el hombre tiene, sino de lo que es. 

P. Mariano Esteban Caro
La experiencia demuestra que las personas sensuales
se convierten más pronto a Dios que las avariciosas.

San Felipe Neri

El hombre y el cocodrilo

De este cuento tradicional, circulan en África Occidental varias versiones. Todo reflejan uno de los aspectos más feos de la naturaleza humana: el desagradecimien­to, del que difícilmente se escapa uno. Uno de nuestros proverbios castellanos lo resume de forma lapidaria y contundente. "Cría cuervos y te sacaran los ojos."


En el cuento Peul, recogido por Hampate Ba la liebre ocupa un lugar importante dando uní lección de prudencia, virtud que debe acompa­ñar siempre las acciones por buenas que sean.
Un día se declaró un gran incendio en la selva, las llamas llegaron cerca del río y acorralaron a un cocodrilo imprudente que tomaba el sol lejos de la orilla. Cegado y desorientado por el humo, el cocodrilo no encontraba el camino para volver al río. Pasó varios días sin poder comer. Hambriento y desesperado gritaba: ¡Ayuuuda! ¡Ayuuuda!
Un hombre que volvía del campo oyó los gritos, se detu­vo, vio al cocodrilo que le dijo.
- Me he perdido y si alguien no me lleva al río moriré.
El hombre después de pensarlo, se acercó y pidió al cocodrilo que se metiera en un saco para poder llevarlo más fácilmente sobre su cabeza.
Así llevó su pesada carga hasta la orilla. Este se zambu­lló en el fondo del río y de un rápido movimiento se vol­vió. El hombre que no había tenido tiempo de llegar a tie­rra sintió de pronto las fauces del cocodrilo mordiendo su pie mientras le decía.
- ¡Hombre, llevo una semana perdido en la selva sin poder comer y me muero de hambre!
- ¿Así me pagas el bien que te he hecho?
- ¡Eso no se puede hacer!
Ante la indignación del hombre, el cocodrilo aceptó esperar y oír la opinión de los que vinieran a beber, no pasó mucho tiempo hasta que una yegua desdentada y tiñosa se acercó a beber. El cocodrilo la interpeló:

- Quiero que me digas, le dijo, si en la casa de los habitantes de la tierra firme, se puede pagar una buena acción con una mala acción.
- Si no fuera así, contestó la yegua temblando de miedo, yo no estaría aquí, en el estado en que ves...Cuando envejecí mis amos dejaron de cuidarme y me abando­naron en la sabana. Así que sí es verdad, que una buena acción no puede pagarse con una mala acción, eso no pasa en nuestro pueblo".
 A la misma conclusión llegó un viejo asno lleno de llagas, que dijo que todas las buenas acciones que había hecho por los hombres se las habían pagado con golpes y abandonándolo enfermo en un vertedero.
El hombre no aceptó ninguno de los dos juicios y pidió otra opinión.
Al cabo de un tiempo llegó una liebre. El cocodrilo la llamó para que juzgara entre ellos. La liebre aceptó con solemnidad.
-Hablad, os escucho. Y, ¡no digáis mentiras! Después de escuchar atentamente sus versiones, la astuta liebre dijo dirigiéndose al cocodrilo.
-Cocodrilo, creo que tienes razón y este hombre miente porque tú no puedes caber en este saco. Vamos a probarlo.
El cocodrilo entró en el saco. Entonces la liebre susurro:
¡Rápido hombre, ata fuerte el saco! Golpea fuerte y tendrás la carne que tanto te gusta para acompañar el arroz.
El hombre cargó con el saco e invitó a la liebre a su casa para que su familia le agra­deciera lo que había hecho por él. Al llegar a su casa, el hombre entró para compro­bar su estado antes de hacer entrar al visitante. Se encontró con algo inesperado: su hijo estaba gravemente enfermo y el curandero le dijo:
¡Rápido hombre, las caracolas han hablado! Tu hijo necesita sangre de cocodrilo y sesos de conejo para curarse.
Chisst, dijo el hombre llevándose los dedos a los labios, baja la voz, aquí tengo la sangre de cocodrilo, y en cuanto entre la liebre que me acompaña, golpeadla y partidle la cabeza.
La liebre que había escuchado la conversación, escapó a grandes saltos, y se perdió entre los matorrales, diciendo.
-Ahora sé que cada vez que uno oye una discusión o una pelea es porque se ha pagado una buena acción con una mala. Pero cuando esto ocurre, es porque el autor de una buena acción no ha sido lo suficientemente precavido.

Cuento de Amadou Hampate Ba. Presentado y adaptado por Paquita Reche, Mnsda Revista AFRICANA

sábado, 4 de julio de 2015



Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor.

 Madre Teresa de Calcuta

viernes, 3 de julio de 2015



"Felices los operadores de paz, porque serán llamados hijos de Dios".

Mateo 5,9


"Nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos a perdonar".

 (San Juan Crisóstomo)

jueves, 2 de julio de 2015



"Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos'

 San Mateo 5,3.

miércoles, 1 de julio de 2015