martes, 31 de marzo de 2015


«San José es la prueba de que para ser buenos y auténticos seguidores de Cristo no se necesitan ‘grandes cosas’, sino las virtudes comunes, humanas, sencillas, pero verdaderas y auténticas».

 (Pablo VI)

Papa Francisco confía nueva misión a los Guardias Suizos

Se derrumbaron las suposiciones de que antes o después, el Papa Francisco acabaría con la Guardia Suiza debido al estilo sencillo y sin pompa de su pontificado.  Una prueba de ello, el Pontífice ha confiado una nueva misión al servicio de seguridad papal helvético, ahora lo seguirán en sus viajes en Italia, como ya lo hicieron en Nápoles y lo mismo será en el próximo viaje en junio a Turín y en julio en América Latina. 
 
Así, el Papa ha pensado bien en extender sus servicios fuera de los muros leoninos y ha pedido al nuevo comandante, Chistoph Graf, que algunos de sus militares de confianza le acompañen en Italia, y no solo durante los viajes apostólicos fuera de Italia, como sucedía en el pasado. De hecho, hasta la fecha era la Gendarmería vaticana la fuerza policial especial que garantizaba la seguridad el Papa en el territorio italiano junto a la policía del país.
 
En Ariccia, 35 km de Roma, durante el retiro espiritual del Papa, los Guardias Suizos, vestidos de civil, tuvieron su primera misión. Luego, siete de ellos vestidos de paño escoltaron al Papa en Nápoles. Asimismo, el Obispo de Roma será acompañado por sus guardias en las visitas pastorales que realizará a las diversas parroquias en las periferias de la ciudad Eterna.
 
La versatilidad de este ejercito se pondrán a la prueba también en los próximos viajes del Papa en Bosnia en junio, Ecuador, Bolivia y Paraguay en julio y en Washington y Filadelfia en septiembre.
 
Confianza renovada en las guardias pontificias 
 
Las Guardias pontificias son el ejército de élite más pequeño al mundo con 110 militares en total y con cinco siglos de servicio en el Vaticano.
 
Asimismo, el 7 de mayo de 2014, aumentaron el numero de militares con el juramento de treinta nuevos reclutas durante una ceremonia especial en el Cortil de San Damaso del Palacio Apostólico. Francisco ha incrementado su trabajo, además porque les ha confiado otro Palacio del Vaticano: la Casa de Santa Marta, donde él reside.
 
Una curiosidad del inicio del Pontificado y las Guardias Suizas. Fuentes vaticanas sostienen que Francisco que no estaba acostumbrado a que los jóvenes militares estuvieran todo el día parados erguidos fuera de su puerta, acostumbraba en las mañanas muy temprano (cuatro y media de la mañana) alcanzarles una silla al guardia de turno y, algunas veces, rompiendo el protocolo, les ofrecía un croissant traído de su desayuno. 
sources: ALETEIA

lunes, 30 de marzo de 2015


"La cruz de Cristo, abrazada con amor, nunca conduce a la tristeza, sino a la alegría, a la alegría de ser salvados". 

El papa Francisco 


domingo, 29 de marzo de 2015



Quien busca a Jesús por María, asegura la paz y la serenidad de su alma.

San Benito abad

'¡Estaba en la Sixtina, vi abrirse una puerta y salió el Papa!'


Habla Kristoph, sin techo de 51 años, polaco, uno de los 150 que visitaron este jueves los Museos Vaticanos y saludó por sorpresa a Francisco
Por Salvatore Cernuzio
CIUDAD DEL VATICANO, 27 de marzo de 2015 (Zenit.org) - Kristoph, es uno de los sin techo que ‘vive’ en el pórtico de vía de la Conciliación donde está la Oficina de prensa de la Santa Sede. Tiene 51 años, de origen polaco que trabajó por 20 años por la calle “hasta que me echaron”. Está separado y tiene un hijo de 23 años, y ahora desde hace unos siete meses tiene su ‘sitio’ cerca de la plaza de San Pedro. Él junto con sus amigos estaban en el grupo de los 150 sin techo que visitaron los Museos Vaticanos, invitados por la Limosnería apostólica, y que por sorpresa pudieron saludar al papa Francisco.
“Una experiencia que me llevaré hasta los últimos días de mi vida” cuenta a ZENIT. Su grupo ha pasado la mañana de hoy comentando la extraordinaria jornada de este jueves. Y la cuentan también a los periodistas, por boca de Kristoph, elegido portavoz por su buen conocimiento del italiano, que da entrevistas con gran desenvoltura.
Los ojos de Kristoph transmiten alegría al recordar el instante del encuentro con el Papa. “Hemos estado mucho tiempo en los Museos… ¡Son muy muy bonitos!  Al final fuimos a la Capilla Sixtina y nos han dicho que nos sentáramos. Pensábamos que quizá hacíamos una misa, una oración, algo así… Sin embargo, don Corrado (el limosnero) salió de la puerta de atrás y cerca de él el Papa”.
Y prosigue: “Aplaudimos fuerte. Él nos saludó y nosotros le dimos las gracias. Después rezamos el Padre Nuestro. El Papa incluso se hizo fotografías con nosotros. Fueron muchas fotografías y don Corrados nos ha prometido que nos las traerá. Después el Papa pasó saludando a cada uno. Nos dio la mano a los 150. ¿Se da cuenta? Madre mía…”
Y así, Kristoph cuenta el momento en el que estrechó la mano del Papa. “Le dije: gracias Papa. Te deseo lo mejor, sobre todo salud y fuerza. Él sonreía y decía: ‘gracias, gracias’...”  ¿Te has emocionado?, le preguntamos. “¡Cómo no!”, ha respondido y con simpatía añade: “también se me cayeron algunas lágrimas. También mis amigos lloraron, aunque ahora se hacen los duros… Lloré porque sé que soy afortunado: no todos tienen la posibilidad de ver al Papa tan de cerca, besarle la mano, abrazarle....”.  Además cuenta, que le envió un mensaje a su hijo que vive en Polonia, para contarle lo sucedido.
Por otro lado, asegura que este gesto demuestra que “el Papa Francisco nos quiere”. Y añade: “Está haciendo mucho por nosotros: las duchas, la barbería, los paraguas, los museos… También he escuchado que quiere preparar un pequeño consultorio para quien necesita atención médica… Estamos realmente contentos por todo”, indica este ‘portavoz’ de los sin techo de San Pedro.  Asimismo confirma que hace uso tanto de las duchas como del barbero, “nos podemos lavar cada día, pasear de forma decorosa. No debemos avergonzarnos por nuestro mal olor…”
Finalmente, Kristoph afirma que cada mañana rezan por el papa Francisco. “A las 9 vienen donde nosotros las monjas, también a veces un sacerdotes, y rezamos juntos. Y rezamos siempre por el Papa, por su salud, porque queremos que ‘dure’ muchísimos años. También rezamos por todos los sacerdotes y por la gente… la gente buena, esa que hace el bien. Son muchos…”

sábado, 28 de marzo de 2015

La doctrina sin la ayuda de la gracia, aunque se derrame en los oídos, nunca bajará al corazón. Fuera hará estrépito, mas dentro nada aprovechará.

San Isidoro de Sevilla

viernes, 27 de marzo de 2015

jueves, 26 de marzo de 2015


"Sabed que la virtud de la paciencia es la que nos asegura la mayor perfección".

 San Francisco de Sales

miércoles, 25 de marzo de 2015

martes, 24 de marzo de 2015

"Si quieres construir un barco, no juntes hombres para cortar leña, dividir las tareas e impartir órdenes, sino que enséñales a ellos la nostalgia del mar vasto e infinito".

Antoine de Saint-Exupéry

lunes, 23 de marzo de 2015

domingo, 22 de marzo de 2015

"Cuando María ha echado raíces en un alma, realiza allí las maravillas de la gracia que solo Ella puede realizar, porque solo Ella es la Virgen fecunda".

San Luis María de Montfort

sábado, 21 de marzo de 2015


"Sería más fácil que el mundo sobreviviera sin el sol, que sin la Santa Misa". 

San Pío de Pietrelcina

viernes, 20 de marzo de 2015


“Sé muy fiel en hacer aquello que el Señor te inspire”.

 Santa Teresa de Jesús de los Andes

jueves, 19 de marzo de 2015


"La grandeza de un hombre está en saber reconocer su propia pequeñez".

Blaise Pascal


miércoles, 18 de marzo de 2015


En el silencio Él nos escucha; en el silencio Él habla a nuestras almas. En el silencio se nos concede el privilegio de escuchar su voz. 

Madre Teresa de Calcuta 

martes, 17 de marzo de 2015


“Quien pertenece a la verdad, jamás será esclavo de algún poder, sino que siempre sabrá servir libremente a los hermanos”.

 Benedicto XVI.

lunes, 16 de marzo de 2015


'Todo es vanidad, excepto amar y servir a Dios, ¿Cuándo resolverás a entregarte del todo al Señor?' 

  San Juan Bosco 

domingo, 15 de marzo de 2015



"Lo primero que captamos del misterio de Dios no suele ser la verdad, sino la belleza".

Hans Urs von Balthasar

sábado, 14 de marzo de 2015


"El amor mira a través de un telescopio, mientras que la envidia lo hace a través de un microscopio". 

Henry Wheeler Shaw

viernes, 13 de marzo de 2015

"Cuando en vez de amenazar se razona; cuando el verdadero dueño de la casa es Dios; y cuando no se siente miedo, sino que todos se quieren, entonces nace la familia".

San Juan Bosco  (1815-1888)

jueves, 12 de marzo de 2015



La limosna del amor vale más que la del dinero»

Beata Piedad de la Cruz Oriz y Real

miércoles, 11 de marzo de 2015



"Solo con la oración y las lágrimas se puede penetrar en el gran misterio de la Cruz"

El papa Francisco 

martes, 10 de marzo de 2015


"Cuanto más nuestra alma se despegue de las cosas, más cerca estará de nuestro Creador" 

San Ignacio de Loyola

lunes, 9 de marzo de 2015


"Quien no da a Dios, da demasiado poco". 

Benedicto XVI

Santo Domingo Savio



«Este dechado de inocencia evangélica, que se sintió cobijado por la ternura de María, fue un insigne discípulo de Don Bosco. No escatimó esfuerzo alguno para conquistar la santidad que anhelaba antes de morir a temprana edad»
Por Isabel Orellana Vilches
MADRID, 08 de marzo de 2015 (Zenit.org) - Modelo para la infancia y la adolescencia, este dechado de inocencia evangélica nació en Riva de Chieri, Italia, el 2 de abril de 1842. Al año siguiente toda la familia se trasladó a las colinas de Murialdo. El día de su primera comunión, realizada en Castelnuovo en 1849, arrodillado ante el altar se propuso: 1. Me confesaré muy a menudo y recibiré la Sagrada Comunión siempre que el confesor me lo permita. 2. Quiero santificar los días de fiesta. 3. Mis amigos serán Jesús y María. 4. Antes morir que pecar». Resumen su vida.
En 1854 conoció a Don Bosco, su guía y rector hacia el camino de la santidad. Fue con él a Turín integrándose en el Oratorio. En el dintel de la puerta de su cuarto el fundador había colgado esta consigna: «¡Denme almas, y llévense lo demás!». Después de leerlo, Domingo le dijo: «Don Bosco, aquí se trata de un negocio, la salvación de las almas. Pues bien, yo seré la tela y usted será el sastre. Haga de mí un hermoso traje para el Señor». Sabía que estaba en el lugar en el que cumpliría su más ferviente anhelo: «¡Yo quiero hacerme santo!», aunque su camino hacia los altares había comenzado ya con una presencia de Dios constante en su mente y actos cotidianos de amor.
No consentía comer sí no se rezaba antes. Era el primero en acudir a la iglesia los domingos. Y si hallaba el templo cerrado, rezaba en el umbral, hincado de rodillas al margen de las crudas inclemencias meteorológicas que pudieran darse. Disfrutaba siendo monaguillo y todos podían advertir su fervor ante al Santísimo; los gestos delataban su estado de recogimiento, con las manos juntas y los ojos clavados en el sagrario. Con espíritu de sacrificio recorría todos los días 18 km. a pie para ir a la escuela. Hasta su tío, impresionado, le preguntó: «¿No tienes miedo de ir solo?». Rotundo y cabal, respondió: «Yo no estoy solo; me acompaña el Ángel de la Guarda». Sufría con solo pensar en una eventual ofensa a Cristo, y no podía contener sus lágrimas. Buscando siempre lo más perfecto, y arrepentido de haber hecho novillos en una ocasión incitado por sus amigos, buscó la amistad de Jesús y de María.
En Turín, llevado por su gran devoción a María, junto a un grupo de compañeros fundó la Compañía de la Inmaculada y todos se comprometieron a ayudar a Don Bosco para educar a los muchachos del Oratorio. Esos chavales a quienes este fundador se dirigía, diciéndoles: «A vosotros, santos…» eran de diversa índole y procedencia: ricos y pobres, más pacíficos y extremadamente violentos. Mucho le sirvió a Domingo su arte para narrar cuentos. Don Bosco se dio cuenta de que el joven era especial. Así lo describió: «Domingo no se ha hecho notorio en los primeros tiempos del Oratorio por cosa alguna, fuera de su perfecta docilidad y de una exacta observancia de las reglas de la casa… y una exactitud en el cumplimiento de sus deberes más allá de la cual no sería fácil llegar».
Sin embargo, no era perfecto, claro está; nadie lo es. Y en su particular itinerario hacia la santidad, de la mano del fundador aprendió a templar alguna que otra salida de tono, inducido por actitudes molestas de algunos compañeros. También consiguió remontar esos picos emocionales a los que tendía llevado por su temperamento melancólico. No queriendo sucumbir ante él, porque le impedía escuchar la voz de Dios, se fue fortaleciendo siendo fiel a las pequeñas cosas de cada día como le había enseñado Don Bosco.
Fue un apóstol incansable dentro y fuera del Oratorio. El fundador reconocía que el pequeño «llevaba más almas al confesionario con sus recreos que los predicadores con sus sermones». Su bellísima voz, aplaudida por quienes la escuchaban, le creó cierto desasosiego cuando alabaron sus cualidades vocales tan excepcionales. Los parabienes desataron en él gran emoción porque había experimentado interiormente un sentimiento a favor del halago: «Mientras cantaba, sentía cierta complacencia; ahora me felicitan...; así pierdo todo el mérito».
Un día se quedó absorto ante la Eucaristía durante siete horas. Después de buscarlo afanosamente por todos los lugares, Don Bosco lo halló ante el sagrario, y Domingo le pidió perdón por haber transgredido las reglas. Le horrorizaba el pecado, sobre todo el de impureza. La Virgen le alumbró rescatándole de las malsanas curiosidades de esas edades de la adolescencia contra las que luchaba titánicamente consagrándose a la Inmaculada. Algunos años después de morir, cuando se apareció a Don Bosco en uno de sus famosos sueños, le preguntó: «Domingo, ¿qué es lo que más te consoló en el momento de tu muerte?». Y él respondió: «La asistencia de la poderosa y amable Madre del Salvador». Era firme y dulce a la par. Sentía dolorosas turbaciones y dudas de conciencia que le instaban a confesarse cada tres o cuatro días. Su ansia penitencial era insaciable porque quería unirse a los sufrimientos de Jesús en la cruz.
Juan Bosco le ayudó en esa etapa convulsa de la vida, y no tuvo problemas en encauzarlo porque en Domingo eran proverbiales su obediencia, docilidad y generosidad. En la biografía que escribió de él, el fundador expuso los matices de un camino que hicieron de este joven el santo que es. Se percibe cómo llegó a realizar este anhelo: «Yo quiero entregarme todo al Señor. Yo debo y quiero pertenecer todo al Señor». Caritativo, humilde, devoto de Jesús Sacramentado y de María, experimentaba también un gran amor por el Santo Padre. Fue agraciado con numerosos favores místicos. Era de salud delicada, y en 1857 ésta se agravó con una pulmonía. El médico aconsejó que viajara a Mondonio para reponerse. Al despedirse, intuyendo su pronta muerte se dirigió a Don Bosco y a sus compañeros diciéndoles: «Nos veremos en el paraíso». Y el 9 de marzo de ese año voló al cielo después de haber recitado las oraciones que se leían a los agonizantes, y que su padre rezaba. Sus últimas palabras fueron: «Papá, ya es hora […]. Adiós, querido papá, adiós. ¡Oh, qué hermosas cosas veo!». Pío XII lo beatificó el 5 de marzo de 1950, y también lo canonizó el 12 de junio de 1954.

domingo, 8 de marzo de 2015

'Cuántos actos heroicos de caridad podemos hacer a lo largo del día en las ocupaciones más modestas de cada jornada'.

 Santa Teresa del Niño Jesús

sábado, 7 de marzo de 2015



"El ayuno y la abstinencia frenan la inquietud del cuerpo, frenan los deseos insaciables, purifican y agilizan el alma, la llevan hacia lo alto…" 

San Juan Crisóstomo

viernes, 6 de marzo de 2015



"La Eucaristía es un tesoro inestimable; no sólo su celebración, sino también estar ante ella fuera de la Misa, nos da la posibilidad de llegar al manantial mismo de la gracia". 

Juan Pablo II, Encíclica Ecclesia de Eucharistia

jueves, 5 de marzo de 2015



“Los santos son como multitud de pequeños espejos en los que Jesucristo se contempla”.

Santo Cura de Ars

miércoles, 4 de marzo de 2015

MADERA DE CEDRO

Hay una vieja leyenda alemana que nos habla de un monje llamado Bertram. Había vivido durante muchos años en un monasterio, donde ejecutaba muy buenas obras de escultura porque era un artista. Un día el abad le mandó que hiciera un Santo Cristo para el altar mayor: pronto les iba a visitar un Cardenal y sería gran cosa poder mostrarle esa imagen ya realizada y en su sitio.
El pobre monje andaba un poco angustiado a causa de que no disponía de la madera adecuada para esa importante talla. "Si tuviera madera de cedro del Líbano...", se decía. Pero es que en el taller sólo disponía de una madera de roble medio carcomida, y con eso, ¡a ver qué iba a hacer! Nada, ni estatua ni nada. Con cedro del Líbano ya sería otra cosa, pero de dónde sacaba él cedro del Líbano...
Dando vueltas y más vueltas a estos pensamientos le venció el sueño y se durmió.
Mientras dormía, narra la leyenda, ocurrió algo extraordinario. Un ángel bajó del Cielo, cogió las herramientas de Bertram y empezó a trabajar. Para ello se hizo con la vieja madera de roble que andaba medio tirada en un rincón. Al final quedó terminada la imagen. Bertram, según despertó y la vio, quedó maravillado. Luego refirió al abad el prodigio, y éste le hizo el siguiente comentario:
-"Mira, Bertram, el Señor no quiere que nos agobiemos soñando con lo que haríamos si tuviéramos lo que otros tienen, o angustiados por encontrar una mejor situación distinta a la que vivimos ahora. Lo que quiere el Señor es que hagas lo posible y con los medios de que dispones, que no vivas en un mundo de fantasías sino que aterrices en tu propia realidad, que seas honesto, que te aceptes como eres, que aceptes sin miedo, sin complejos, la situación concreta en la que te encuentras AHORA, sin lamentarte. El Señor quiere que luches día a día, con los dones y talentos que Dios te ha dado (que tienes muchos), por hacer mejor aquello que hoy ves peor".
Comienza a hacer una talla de tu corazón con la vieja madera de roble, con lo que eres, con tus miserias y pecados. Dios no te condenará sino que te perdonará y te acogerá en sus brazos, como padre tuyo que es. Dios hará posible en ti, un corazón nuevo, resistente y frondoso, como la madera de cedro del Líbano, te dará un corazón capacitado para salir de tu egoísmo que te esclaviza y poder entrar, así, en una nueva dimensión: aquella del AMOR, del SERVICIO, del PERDÓN, incluso, a los que te rechazan. Esa es la única forma de ser verdaderamente feliz.

La Palabra de Dios es la luz verdadera que necesita el hombre” 

SS. Benedicto XVI

martes, 3 de marzo de 2015



"El amor vive más de lo que da, que de todo lo que recibe".

Concepción Arenal  

lunes, 2 de marzo de 2015


"Lo contrario de la fe no es la razón sino la superstición". 

Vittorio Messori

domingo, 1 de marzo de 2015



Siempre florece la alegría en el alma unida a Dios.

San Juan María Vianney