La diócesis de Yokadouma está situada al Este de Camerún. Su
superficie es de más de 40.000 Km2. (casi tan grande como Suiza). Es una
diócesis que está colindante con Congo Bra^aville y con la República
Centroafricana. Su población sobrepasa los 100.000 habitantes. Desde esta región
escribe Sor María Isabel para expresar su agradecimiento por vuestra ayuda.
Por no tener electricidad pido disculpas por la calidad de mi
correo. En nombre de todos los que se han beneficiado de vuestra ayuda, el más
sincero agradecimiento.
La
suma recibida nos ha permitido ayudar a los niños no escolarizados,
vulnerables, sin ropas que ponerse, enfermos, discapacitados, anémicos y
huérfanos. Otras personas también se han beneficiado de vuestra ayuda como son
las mujeres afectadas por el sida que no tienen nadie que las ayude. Estos
niños y adultos no todos son católicos. Nos alegra poder dar un testimonio
evangélico. Pensamos en lo que sucedía en los tiempos de Jesús cuando
alimentaba y sanaba a las gentes. En cierto modo es un poco lo que vuestra
ayuda nos ha permitido hacer: socorrer a los que sufren, alimentar a los hambrientos.
Ayudas:
La ayuda aportada a las mujeres muy pobres,
afectadas por el sida, prolonga un poco su esperanza de vida y las permite
estar cerca de sus hijos que todavía son pequeños. Hemos dado una ayuda al
hospital para que las pueda suministrar las medicinas necesarias. Una decena de
niños han podido ser escolarizados gracias a vuestra ayuda.
Hemos podido sacar adelante a
varios bebés que también sin vuestra ayuda hubieran fallecido. La lista sería
interminable....
Hemos animado a grupos de
jóvenes y niños a tomar iniciativas para poder conseguir algo de dinero con
el fin de poder adquirir sus cuadernos, uniformes y jabón.
También hemos hecho un pequeño
huerto para poder plantar tubérculos, frutos (piñas) y verduras que puedan
ayudar a las personas mal alimentadas y enfermas.
Seguimos necesitando vuestra
ayuda
Adjunto algunas fotos de
niños. Retrato de escolares, de huérfanos entre los más pobres que se han
beneficiado con vuestra ayuda, pero hay otros casos tan dramáticos que no tengo
el valor de fotografiarlos.
Vuestra ayuda nos ha dado
fuerzas para continuar nuestra misión y por supuesto les estamos infinitamente
agradecidos. Vds. han podido darse cuenta de todas las necesidades que tenemos
que cubrir. Por ejemplo, para los niños que he podido enviar a la
escuela, necesito seguir contando con vuestra ayuda para que pueda continuar
haciéndolo el año próximo. Les suplico continúen con su ayuda. Piensen en
nosotros, cualquier ayuda, aunque sea pequeña es válida. Que el Señor os
bendiga.
María Elisabeth Wirnkar
Hijas de la Santa Familia
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