viernes, 28 de noviembre de 2014

FELICES DE DAR TESTIMONIO


La diócesis de Yokadouma está situada al Este de Camerún. Su superficie es de más de 40.000 Km2. (casi tan grande como Suiza). Es una diócesis que está colindante con Congo Bra^aville y con la República Centroafricana. Su pobla­ción sobrepasa los 100.000 habitantes. Desde esta región escribe Sor María Isabel para expresar su agradecimiento por vuestra ayuda.
Por no tener electricidad pido disculpas por la calidad de mi correo. En nombre de todos los que se han benefi­ciado de vuestra ayuda, el más sincero agradecimiento.
La suma recibida nos ha permitido ayudar a los niños no escolarizados, vulnerables, sin ropas que ponerse, enfer­mos, discapacitados, anémicos y huérfanos. Otras personas también se han benefi­ciado de vuestra ayuda como son las mujeres afectadas por el sida que no tienen nadie que las ayude. Estos niños y adultos no todos son católicos. Nos alegra poder dar un testimonio evangélico. Pensamos en lo que sucedía en los tiempos de Jesús cuando alimentaba y sanaba a las gentes. En cierto modo es un poco lo que vues­tra ayuda nos ha permitido hacer: socorrer a los que sufren, alimentar a los ham­brientos.
Ayudas:
La ayuda aportada a las mujeres muy pobres, afectadas por el sida, prolonga un poco su esperanza de vida y las permite estar cerca de sus hijos que todavía son peque­ños. Hemos dado una ayuda al hospital para que las pueda suministrar las medicinas necesarias. Una decena de niños han podido ser escolarizados gracias a vuestra ayuda.

Hemos podido sacar adelante a varios bebés que también sin vues­tra ayuda hubieran fallecido. La lista sería interminable....
Hemos animado a grupos de jóvenes y niños a tomar iniciati­vas para poder conse­guir algo de dinero con el fin de poder adquirir sus cuadernos, uniformes y jabón.
También hemos hecho un pequeño huerto para poder plantar tubérculos, fru­tos (piñas) y verduras que puedan ayudar a las personas mal alimentadas y enfer­mas.

Seguimos necesitando vuestra ayuda
Adjunto algunas fotos de niños. Retrato de escolares, de huérfanos entre los más pobres que se han beneficiado con vuestra ayuda, pero hay otros casos tan dramáticos que no tengo el valor de fotografiarlos.
Vuestra ayuda nos ha dado fuerzas para continuar nuestra misión y por supues­to les estamos infinitamente agradecidos. Vds. han podido darse cuenta de todas las necesidades que tenemos que cubrir. Por ejemplo,  para los niños que he podi­do enviar a la escuela, necesito seguir contando con vuestra ayuda para que pueda continuar haciéndolo el año próximo. Les suplico continúen con su ayuda. Piensen en nosotros, cualquier ayuda, aunque sea pequeña es válida. Que el Señor os bendiga.

María Elisabeth Wirnkar
 Hijas de la Santa Familia
 Yokadouma - Camerum


















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