lunes, 11 de agosto de 2014

La dificultad de ser cristiano

Recuerdo que cierto día, una persona de la parroquia se me quejó de que ser nisliann era muy difícil, porque la fe no le ahorraba las dificultades de la vida. Este amigo no había comprendido que la fe no es vivir en un camino de rosas, sino más bien caminar por la vida, con una meta muy clara y sabiendo que no vamos solos. Es caminar con confianza, perder el miedo al saber que vamos de la mano del Señor. De eso también nos habla hoy el Evangelio que se proclama en la Misa dominical.
En nuestra vida hay muchos momentos en los que vamos como a oscuras, como los discípulos en la barca, de noche. Los vientos zarandean nuestra existencia, pero es Jesús quien en medio de la tempestad viene hacia nosotros. Sólo nos pide que tengamos fe; que nos fiemos de Él porque, incluso donde parece que nada tiene sentido, con la presencia del Señor las cosas cambian. Es verdad que preferimos todos la seguridad antes que lo que se nos escapa de las manos; pero la vida cristiana cuenta también con las piedras en el camino, las noches oscuras, las inseguridades. Vivir la fe es como caminar sobre el agua, pero sabiendo que Dios nos tiende la mano; Él es más fuerte que las "tempestades" y sostiene nuestro caminar. Vivamos siempre con esa confianza.
¡Feliz domingo y feliz semana!

José Javier García
(Sacerdote)

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