domingo, 23 de febrero de 2014

Quebec: bloquean la legalización de la eutanasia. Los obispos: 'no debe pasar'


la llamada 'Ley para Respetar el Cuidado al Final de la Vida' podrí­a no prosperar en esta legislatura

Por Iván de Vargas
MADRID, 21 de febrero de 2014 (Zenit.org) - La legalización de la eutanasia en Quebec (Canadá) tendrá que esperar. La urgencia invocada por el Partido Quebequés (PQ) en el Gobierno para ratificar la denominada ley 52 antes del comienzo del receso parlamentario no consiguió doblegar la firme postura adoptada por el principal grupo de la oposición.
Por su parte, los obispos de Quebec rechazaron en diversas ocasiones esta iniciativa parlamentaria por ser contraria al derecho a la vida. “La ley propuesta, de ser adoptada, legalizaría la eutanasia bajo el nombre de ayuda médica en la muerte”, alertaron los prelados. Por este motivo, el proyecto de ley “no debe pasar”.
“En Quebec, el acto de causar la muerte podría ser considerado una forma de ‘cuidado’ que podría ser ‘administrado’ a los enfermos terminales”, denunciaron los obispos en una declaración del pasado 23 de enero.
En el comunicado, los prelados advirtieron también sobre los términos empleados para introducir la terrible práctica. “Causar la muerte a una persona no es cuidar de ella”, afirmaron los obispos. “Una inyección letal no es un tratamiento. La eutanasia no es una forma de cuidado”, insistieron.
Por último, los prelados aclararon que “de lo que se trata con la ley 52 es de permitir a los médicos causar la muerte directamente”. “Esto va en contra de los valores humanos más fundamentales y contradice el propósito de la medicina. Ocasionar la muerte a un paciente no es un acto médico”, concluyeron.
En caso de aprobarse el proyecto de ley, la eutanasia sólo se aplicará en la provincia de Quebec, pero puede abrir la puerta para que otras jurisdicciones del país adopten leyes similares. A nivel federal, la eutanasia y la ayuda al suicidio están prohibidos.
El texto legislativo establece que un doctor que reciba repetidas peticiones de un paciente sobre su deseo de morir puede proporcionarle ayuda médica para terminar con su vida. Además, señala que el respeto de los pacientes al final de su vida y el reconocimiento de sus derechos y libertades debe inspirar todo acto realizado.

Una vez que la terrible moción sea aprobada, el Gobierno quebequés establecerá una comisión que supervisará la aplicación de la normativa.
El proyecto de ley es fruto de un estudio realizado en los últimos años, incluidas vistas públicas en 2010 y 2011 en las que centenares de ciudadanos expresaron sus opiniones, y que recomendó que los doctores puedan ayudar a personas gravemente enfermas a que mueran si ese es su deseo.
En su día, la Comisión de Derechos Humanos de Quebec, un órgano asesor en materia legislativa, se pronunció a favor de la extensión de la eutanasia a los menores de edad.
En los últimos días, el Ejecutivo presionó a los demás partidos para acelerar los tiempos y adoptar el polémico proyecto de ley este jueves. El argumento esgrimido era que el debate sobre los presupuestos monopolizará el trabajo al volver de las vacaciones dentro de dos semanas. Dado que es probable que el gobierno minoritario opte por convocar elecciones antes de la votación de las partidas presupuestarias, la eufemísticamente llamada ‘Ley para Respetar el Cuidado al Final de la Vida’ podría no prosperar en esta legislatura.
El líder del Partido Liberal de Quebec (PLQ), Philippe Couillard, que se mostró personalmente a favor de la eutanasia y se comprometió a sacar adelante el controvertido proyecto de ley “en su forma actual” si llega al poder, consideró ayer que no hay necesidad de apresurarse con un tema tan importante.
En este sentido, afirmó que “no debemos caer en la trampa de la falsa urgencia y transformar este proyecto no partidista y crucial para nuestra sociedad en una pelota de fútbol política”. “Lo siento, el mono no está sobre nuestras espaldas, tendría que estar sobre las espaldas del gobierno que, con su decisión de convocar elecciones en Quebec, decide utilizar esta cuestión con fines partidistas. Esto es lo que es inaceptable”, matizó.
Antes de la sesión parlamentaria, el líder liberal informó a la premier, Pauline Marois, que estaba dispuesto a avanzar con este proceso de aprobación el próximo 11 de marzo,  pero se negó rotundamente a limitar la duración de las intervenciones de los miembros de su formación política, llamados a votar libremente a favor o en contra de esta lamentable iniciativa de acuerdo con su conciencia.
Al menos 30 diputados liberales expresaron su interés de intervenir en la Cámara para explicar a sus electores su posición sobre el proyecto de ley 52. Por este motivo, Couillard defendió con uñas y dientes el derecho a expresarse de sus compañeros de partido. Gracias a este particular, la nueva normativa que promueve la cultura de la muerte no prosperó.
Ante esta situación, la líder parlamentaria gubernamental, Stéphane Bédard, acusó a Philippe Couillard de no estar a la altura de las circunstancias y de ser incapaz de asumir su liderazgo.
En rueda de prensa, Bédard afirmó con aire sombrío que "su falta de liderazgo va a provocar que retrasemos la adopción del proyecto de ley más importante de la actual legislatura y tengamos que posponerlo en el tiempo en un calendario en el que es imposible predecir su aterrizaje a corto plazo”. “Es lo más decepcionante que he visto en toda mi carrera”, enfatizó.

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