En el proceso de
reconstrucción de las obras salesianos, una etapa de gran importancia era la
reedificación de la gran estructura salesiana en Haití, la Escuela Nacional de Artes y Oficios"
(ENAM), la primera comunidad abierta por los Salesianos en el país, en 1935,
situada en el barrio La Satine. La reapertura, mediante una
solemne ceremonia tuvo lugar el pasado 21 de diciembre.
Hace
tres años, el seísmo destruyó en apenas 45
segundos familias y edificios, pero la vida y la voluntad del pueblo haitiano
de trabajar para salir adelante no fueron destruidas. Los Salesianos de Haití
tuvieron claro desde el primer momento que su misión primordial seguía siendo
invertir en la educación de niñas, niños y jóvenes, que son el porvenir de la
sociedad, de la Iglesia y del
país. "Para nosotros, los Salesianos, la cuestión educativa de los más
necesitados es el centro de nuestra acción. La tarea de formar a los jóvenes de
manera integral, y más hoy en Haití, responde a los retos que nuestro carisma
nos marca y que son conceder toda prioridad a las necesidades de los jóvenes.
Puedo afirmar que Haití, hoy, está en una situación de emergencia
educativa", ha afirmado el padre Sylvain Ducange, superior de la comunidad
salesiana de Haití, con ocasión de la inauguración de la nueva estructura del
ENAM.
"Don Bosco, nuestro Fundador, solía decir que: la educación, es
una cuestión de corazón. Es un proceso primordial similar a la gestación, porque
un hombre nuevo, una mujer nueva va a nacer. La educación conduce ante todo a
la conciencia de uno mismo (¿quiénes somos?), a la capacidad de relacionarnos
con los demás, nos abre una puerta a la cultura, a la libertad y a la
responsabilidad. Y aquí, también junto a las Pequeñas Escuelas del padre Bonhen
buscamos formar personas, profesionales y ciudadanos". - afirmaba el padre Sylvain Ducange.
La
reapertura de la escuela renueva y reaviva la voluntad de los Salesianos de
Haití de invertir en la formación de los jóvenes más vulnerables del país, que
hoy son muchos más que hace 3 años. Por ello, el superior de Haití ha querido
terminar su discurso con palabras de agradecimiento a las procuras de misiones
salesianas en nombre de todos los Salesianos de Haití quienes han financiado,
con la ayuda de miles de benefactores, la reconstrucción de este edificio.
"Ahora, se trata de construir corazones. Gracias a los educadores, a los
colaboradores del ENAM y a todos los Salesianos que derrochan cuerpos y alma en
la realización de esta misión educativa tiene continuidad el trabajo de los
primeros salesianos que llegaron a este país. Nuestra misión ahora es seguir
extendiendo su obra y continuar sembrando esperanza en el corazón de nuestros
niños y de nuestros jóvenes".
“nuestra
misión ahora es seguir extendiendo su obra y continuar sembrando esperanza”