Daniela
tiene 17 años, vive en Santo Domingo (República Dominicana) y acaba de ser
madre. Ella y el bebé están bien... Tuvieron suerte porque en República
Dominicana, los embarazos adolescentes son la tercera causa de muerte del país.
"Cuando me quedé embarazada, nadie me felicitó. Todos pensaban que me
había arruinado la vida y me hicieron sentir realmente mal", explica
Daniela. Antes del embarazo, Daniela tampoco llevaba una vida ejemplar: no
estudiaba ni tampoco trabajaba. "No sabía qué camino tomar. Me pasaba el
día por la calle con otros chicos y chicas, como yo", señala la joven.
"Parecería mentira pero el tener un hijo y tener que hacerme responsable
de él me ha ayudado a madurar y a pensar que quiero hacer algo con mi vida y
que mi hijo tenga una vida digna", cuenta Daniela. El padre del bebé de
Daniela ha desparecido... como en muchos otros casos.
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