jueves, 24 de marzo de 2011

Daros mutuamente la Paz

Esta vez yoy a hablaros de un momento de la Misa que a mi en particular no me gusta: el darse la paz. Lo veo totalmente ridículo pues nos damos la paz entre nosotros o, al de al lado que no conocemos. Pero ¿qué pasa con el vecino de abajo que pone la tele a todo volumen?, ¿qué hay de nuestro jefe que quiere el trabajo para “ayer”?,  Que cada uno se aplique donde mas le duela.

Cada vez que doy la paz procuro pensar en personas que de verdad necesito dar la paz; este es el verdadero sentido de darnos la paz antes de recibir al Señor, o por lo menos para mi.  La próxima vez que deis la paz pensar en .... (Mt 5, 44-48)

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

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